lunes, 3 de marzo de 2008

Nieve tropical

Scott, Paul, Megan D., Bree


En medio del océano había una isla apartada. Era una isla llena de selvas y estaba cubierta completamente de verde, salvo las playas. Eran de arena blanca. En la playa penetraban los olores de sal y alga marina. No había sonidos en la playa como los de la selva. En la selva, había muchos animales que hacían sus rituales diarios con mucho ruido, pero en la playa sólo se oía los pájaros cantando la canción de la isla y las olitas que se movían con la marea. El mar tenía agua azul que era muy clara. Cuando andaba por la playa, el viento pasaba por de la cara. De repente, se oyó el sonido de un avión en la distancia que parecía acercarse.

Era diciembre durante la mañana cuando llegó el único vuelo de la semana. Los pasajeros, unas 5 o 6 personas, desembarcaron a ver un pequeño aeropuerto rodeado por tierra vacía. Una pasajera, que se llamaba Sofía, paró unos minutos para sacar fotos del paisaje excepcional. Después se acercó al mostrador de información en busca de un guía. En este momento Sofía se fijó en la gente del vuelo que ya había conseguido a una guía. Entonces ella les preguntó si pudiera ir con ellos y ellos aceptaron.

La guía dirigió al grupo a un pueblito, en el único camino en la isla, ubicado a unos 25 minutos del aeropuerto donde buscaron el único hotel en la isla. No era un hotel, sino un hostal mugriento con más bichos y lagartijas que huespedes. El grupito fue al dueño del hostal para alquilar unas habitaciones por la duración de su viaje. Sofía miró alrededor de si misma y pensó en lo feliz que estaba ya que sus negocios allí serían tan breves.

Cuando recibieron las llaves, ellos guardaron su equipaje y decidieron pasar un tiempo solos antes de examinar el pueblo. Sofía no quería descansar, especialmente en su habitacion asquerosa, entonces fue al bar del hotel para empezar su búsqueda por la escuela y preguntar a alguien dónde estaba. Ella habia venido a la isla para ayudar con su sistema de educación, reconstruir la escuela, y mejorar sus técnicas de enseñar. Ella había ganado 100 millones de dólares en la lotería, se jubiló de su trabajo como maestra, y se comprometió a pasar su vida a ayudando a niños con sus logros académicos. Buscó esta isla por la red y aprendió que la escuela allá estaba en ruinas y los indígenas no podían renovarla sin ayuda.

Cuando estaba cerca del bar ella escuchó a alguien gritando sin razón, pero el cantinero era la única persona adentro salvo ella. No era una sorpresa que nadie estaba allá por qué todavía era tan temprano para emborracharse. Ella estaba confundida porque el cantinero era él que estaba gritando pero necesitaba hablar con alguien entonces entró. Ella había tomado una clase de psicología muchos años atrás en la universidad y se dio cuenta de que él mostró las características de una persona con esquizofrenia.

Cuando entró, inmediatamente un olor mojado se le pegó la nariz y ella vomitó un poco en la boca. También podía ver que había moho en las paredes y muchas tejas del techo había caído al suelo. Por fin el cantinero dejó de gritar y preguntó a la mujer,

“Buenos Días, ¿Cómo puedo ayudarle?”

“Hola Señor. ¿Puede decirme dónde está la escuela? Tengo asuntos allá.”

“Ah, ¿Necesita alguna nieve, eh?” él inquirió.

“¿Perdón?” dijo ella sin entendimiento y con frustración.

“Sí no tiene asuntos con drogas no debe ir allá. Creo que tenemos que charlar un poco…tengo información que necesita saber.”

3 comentarios:

jsuleiman dijo...

Esto le capturó el interés de Sofía y se tomó un asiento. La situación en las escuelas era peor que hubiera imaginado. El cantinero le contó cómo ella pudiera encontrar cualquier droga en esa escuela que quería, y si necesitara ayuda con cualquier otra cosa, ella podría contratar unos de esos niños sin pagar casi nada. Esta información le deprimió a Sofía, y le agradeció el cantinero por su información y tiempo. Después de comprarle una cerveza, ella se fue para la escuela.
Era un desastre verdadero. Todos los niños llevaban armas y no había ni un libro en todo el edificio. Sofía encontró el jefe de la operación, y le dijo que quería comprar la escuela. Después de comprar la escuela, Sofía usó el resto de su dinero para contratar nuevos maestros y libros. Un año después, la escuela recibió un premio por ser la escuela más transformada en toda la historia de la isla.

richilan dijo...

Sofía le miraba con sospecha. El cantinero ya sabía que ella no vaya a comprar ni traficar drogas y él dejó a hablar. El silencio en el aire le chocaba al curiosidad de Sofía y ella preguntó con miedo “es los niños que son los traficantes”?
“No te preocupa nada de eso, era un error que estás aquí, deberías ir de la isla pronto!”- dijo el cantinero. Sofía dejaba sin moverse y aunque tenía muchísimo miedo por su vida, le preguntó al cantinero otra vez con una voz fuerte… “es los niños que traficaban los drogas?” Ella tenía un plan, ella va a salvar todos los niños de esta isla.
El cantinero se ponía rojo en la cara y dijo -“quien es usted a preguntar sobre cosas que no las entiendes… quién ha hecho su vestido o zapatos- hechos en México, China… India? No importa si su vestido bonito era hecho por los niños que trabajar en fabricas porque no te puedes ver los niños y además hacen cosas que son legales, negocios legales. Pero cuando hablas de cosas ilegales - eh que corruptos son nosotros! Me oyes- este es vida en la isla, este es como nosotros hacemos un carrera en un mundo global… turismo no es sufi…..”
Ella le interrumpió, “Cantinero, oye, ya tengo un plan, sabía que gané la lotería por un razón grande- voy a comprar la escuela- tengo el dinero.” El cantinero empezó a leer y dijo “ Vas a salvar los niños de la isla, eh… cuanta ganaste el lotería?”
“Un millón dolores” dijo ella. “Sofía” dijo él, “ soy un persona de negocios y cuando veo un oportunidad como eso- hago un negocio”. Sofía compró la escuela, pero el trafica de los drogas con los niños no paraba completamente. Sin embargo, ella cambiaba el mundo porque era un niño después de graduarse de la escuela se fue de la isla y asistía a La Universidad de Guadalajara México.

Katelyn dijo...

“Que informacion necesito saber?” Djio ella. “Investigué la escuela antes de vino aqui y sé que la escuela necesita ayuda para reconstruirla y mejorar la sistema de educacion. Solo necesito saber es donde esta exactamente.”

“Ji ji ji ji ji ji ji ji.” El cantinero empezó a reír por algunas minutos.

Sophia no pudo decidir si el era loco y un esquizofrenia o si debío ser ofendido. En este momento comenzó a parecer que ella ha venido a la isla para ayudar a los nativo y ellos no la aprecieron.

Sophía era muy enfada, pero en su tono más simpático preguntó al cantinero otra vez si sabía la ubicacion exactamente de la escuela que necesita la ayuda. Cuando el cantinero se calmó de su ataque de reir, dijo a ella otra vez que sí no tenía asuntos con drogas no debía ir allá y creía que tenían que charlar un poco. Con este declaracion otra vez ella estaba muy frustrada y decidó que el era loco y dejó el bar. Cuando estaba caminando, el cantinero comenzó a gritar otro vez en voz más alto y con declaraciones más incomprensibles. El estaba gritando que los niños no existe y reíendo cada vez que lo dijo.

Con una determinacion nueva ella empezó a preguntar a todos los nativos donde esta la escuela y cada vez la reaccion era la misma. Todos se reyeron en la cara de ella y este aumentó su frustración. Con más y más reacciones semejantes, ella se di cuenta que el cantinero no era loco y solo un esquizofrenia. Era completamente posible que el sabía la verdad sobre la escuela.

Ella regresó al bar para hablar con el cantinero. Otra vez cuando ella entró inmediatamente un olor mojado se le pegó la nariz y el cantinero estaba gritando y reiendo a si mismo. Hay más gente en el bar en este hora pero a ella no le importa.
Caminó al cantinero y dijo “Dijame la verdad sobre la escuela.” El cantinero se paró sus acciones y llegó a ser más serio.

Dijo a ella en voz muy serio, “La escuela no existe.”

Sophia era muy confundida. Ha hecho investigaciones de la escuela en el red y creía que ellos necesitaban la ayuda. Era posible que estaba en la isla incorrecta? Preguntó al cantinero, “Este es la isla Patillas?”

“Claro que si,” dijo el cantinero, “este es la isla de Patillas.”

“Entonces, donde estan los niños y la escuela. Los de los fotos en la red.”

“Como dije antes, tengo informacion que necesita saber. No hay niños en esta isla y no hay una escuela. Hoy en día la isla esta completamente dedicado al producion y tráfico de las drogas. Si has leído el texto más fino y dentro de las líneas en el sito de web habría descubrido este información. Todos que vienen aqui vienen para ser parte de estes negocios. Si tu no quiere ser parte de este, sugiero que salgas en el próximo vuelo posible y no digas nada a cualquier persona sobre tu experiencia aqui.”

Con estes palabras ella se di cuenta que tenía que salir tan pronto como posible porque era muy peligroso para una mujer que no quería ser parte de los negocios.

De la ventana del avion pequeño ella solo podía ver frustracion y desilusión en la cara de una isla tan hermosa.