Para este trabajo, escribirán instrucciones para hacer algo.
Como prólogo o introducción, hay que dar contexto a la situación y explicar por qué vale la pena seguir las instrucciones—qué problema se evita o qué ventaja o recompensa se consigue al seguirlas.
Las instrucciones en sí deben tomar la forma de mandatos (no importa si las escribes en forma de tú, Ud. o Uds.--lo importante es ser consistente), y también debes mandar de las otras formas que hemos visto en los modelos.
Este trabajo será de 150-300 palabras. Los criterios de evaluación incluirán 1) si hay suficiente contexto como para entender el porqué de las instrucciones, 2) si hay variedad en el formato de las instrucciones en sí, 3) el nivel de creatividad y originalidad que se incorpora, 4) la gramática, 5) el vocabulario, y 6) la mecánica.
Se trae el borrador a clase para que lo lea un compañero el viernes 24 de octubre; se entrega en clase o electrónicamente el lunes 27 de octubre. Luego les notificaré de cuándo hay que entregar la segunda versión.
martes, 11 de marzo de 2008
Trabajo instructivo
lunes, 3 de marzo de 2008
Una playa nudista
Era una playa nudista. Era un lugar místico y muy remoto en el hemisferio norte del mundo. La ropa estaba “opcional.” La arena era muy fina, blanca y limpia, pero no se podía verla bien por todos los cuerpos bronceados. En la distancia había algunas palapas sencillas y rústicas. El mar no llegaba tan violentamente porque la playa estaba ubicada en una ensenada que la protegía. Las olas rugían afuera de la ensenada, y cuando llegaban las olas a la playa, llegaban más tranquilas y calmadas. Los olores de las flores y los aceites naturales de los cuerpos permeaban el aire. El agua turquesa olía a sal y a aire fresco que venía con las olas undulantes. Era música delicada detrás de las palabras que comenzaban la lección de Gloria Anzaldúa.
Ella escogió el sitio para esta clase especial por una razón simbólica. La playa nudista no le permitía a ninguno de los estudiantes esconder nada, incluso sus cuerpos. Escogió la playa porque estaba ubicada en una ensenada que era tan bella, tan única, rodeada de la belleza natural del mar y con una mezcla de pinos y bugainvelias, arena pura y criaturas salvajes. Todo era símbolo orgánico para el contexto del tema de la clase. Ella intentaba demostrar la diferencia entre la construcción social o cultural de la belleza contra la belleza natural, sin prejuicios.
Una brisa ligera llevó las canciones dulces de los pájaros hacia los estudiantes que estaban esperando en la arena fina, suave. Todos estudiantes miraron hacia Anzaldúa cuando ella se levantó para hablar. Ella comentó <
Con estas palabras, Gloria hizo un gesto hacia la boca de la cueva cerca. Una persona emergió que sorprendió a todos los estudiantes. Había muchos gritos de descreencia y confusión de la multitud. Anzaldúa sonreía.
¡Fue un hombre tan reconocido, tan famoso, cuya presencia allá saliendo de la cueva no demostraba el tema de la clase! Era un hombre alto y muy pálido, muy formidable en estatura, y con un rostro semblante, casi siniestro. Era bastante gordo, evidencia de una vida de privilegio y lujo. Su carrera era en el gobierno y tenía una posición en la política que era muy conservadora. Su participación en negocios internacionales ha causado reacciones polémicas que contradecían el propósito del tema de esta clase. Era . . . _______________ .
Cada persona en la multitud quería saber, ¿por qué la maestra había invitado al evento este señor?
NOTA DE LA EDITORA: AL PRINCIPIO DE SU CONCLUSIÓN, INCLUYA EL NOMBRE DEL SEÑOR QUE SALE DE LA CUEVA.
Jorge el valiente
Había una playa aislada en una parte del mundo muy tropical y exótica. No había otra isla con la misma costa larga que desaparecía en el horizante. Sólo se podía llegar en bote pequeño con un navegante bueno porque poca gente sabía de esta isla. El viaje era largo y peligroso porque había muchos tiburones dentro del mar. Valía la pena viajar a la isla porque era un lugar llena de belleza. En el bote, se podía ver en la distancía la isla de Sri Lanka y su gran variedad de naturaleza como las palmeras gigantes, los pájaros colorados y el sonido de olas que se rompían en la playa. También en la playa podíamos ver un grupo jugando el futbol y relajándose.
Nuestro capitán y navegante nos gritó, “¡Deje la ancla!” y me gritó, “¡Jorge! ¡Traigame la escalera de mano para bajarme del bote!” Yo me fui para encontrar la escalera de mano pero miré un tiburon gigante en el mar y me fijé en sus movimientos. Era una animal facinante y en ese momento no podía moverse. El capítan continuaba gritándome, “¡Jorge! ¡Si no me trae la escalera de mano voy a darlo de comer a los tiburones!” Entonces, me fui para encontrar la escalera de mano.
El aire húmedo penetraba nuestras narices y olía a un día fresco del verano. Nos bajamos del bote y vimos armas con la gente que estaban jugando el fútbol. El capitán dijo, “Ellos son los Tigres Tamil, los revolucionarios de esta isla y tenemos un mensaje importante para ellos.”
El capitán se acercó a los Tigres y declaró que había una lucha en la frontera para la patria. El líder de los Tigres le dio gracias al capitan por el mensaje y le preguntó al capitan si él y los pasajeros de su bote querían luchar con ellos para la patria. El capitán y nosotros aceptamos la solictud y empezamos a prepararnos para la batalla. Mis nuevas emociones de la batalla me transformaron en una persona diferente. Para ser mas serío yo preparé mis músculos y cuerpo para el ambiente de guerra. Estaba preparando, corriendo, saltando, pateando y golpeando el aire cuando corrí hacía la playa y pateé con mi pie un coco porque pensaba que era un fútbol café. Caí al suelo por que el dolor era demasiado fuerte y me dí cuenta que me había roto el pie. No podía moverme o llamar para ayuda porque sólo podía pensar en el dolor intolerable hasta que no pensaba más y todo se oscureció.
“Jorge, Jorge, despierta!”
Una tarde en el Zócalo
Este día había otro ruido creciendo por el zócalo. Los profesores continuaban juntándose durante el día en protesta de las condiciones en las escuelas y para sueldos más justos. Él fue al zócalo en solidaridad.
Jorge era un hombre de 25 años, tenía la barba de unos días, llevaba una camisa con el rostro del Ché, era un hombre misterioso. Era obvio que no prestaba mucha atención a su apariencia. Tenía pelo largo y silvestre.
Él se fue a su café favorito que se llamaba El palacio y se sentó. Empezó a leer el periódico sobre la revolución que estaba manifestando en la ciudad. Él comprendía las frustraciones de los profesores y estaba listo para apoyarlos.
Mientras Jorge estaba leyendo, al otro lado del café había una chica bella que parecía ser un poco más joven que Jorge, llevaba maquillaje, y su apariencia era bien arreglada. Llevaba un vestido rojo y tenía pelo oscuro hasta sus hombros. Ella era joven e ingenua pero tenía mucha inteligencia sobre el arte y no tenía miedo de expresar sus opiniones. Ella era una estudiante de la universidad de Benito Juárez. Ella observó a Jorge. Para ella, él era un hombre interesante. Lo miraba con interés porque parecía tener un secreto.
Ella caminó a la mesa de él y miró por encima de su hombro el contenido del periódico que describía lo que pasaba con los problemas de educación.
- ¿Puedo ayudarte? dijo Jorge.
- No. Pero noté que estás leyendo sobre los problemas de la educación. El problema más fuerte
en Oaxaca es el sistema de salud.
Ella tomó una silla en la mesa.
- Perdón. No sabía que estaba hablando con una experta de salud.
- No. Soy estudiante de arte en la universidad. Solamente soy experta de Botticelli.
- ¡Uh! Pues estoy seguro que sabes mucho de la salud. ¿Cómo puedes asistir a una universidad y no apoyar a los profesores?
- Si vamos a debatir sobre los problemas de Oaxaca, necesitamos una botella de vino.
- Buena idea.
Ellos charlaron con una botella de pinot noir y discutieron el motín en el Zócalo. De repente afuera del restaurante escucharon mucho ruido, vieron a personas corriendo en la calle y oyeron gritos. Las calles que habían estado llenas de música y olores agradables ahora estaban llenas de terror y gas lacrimógeno. La policía marchaba al zócalo con sus escudos y batutas. Tenían la intención de golpear a cualquiera que no pudiera escaparse...
Nieve tropical
En medio del océano había una isla apartada. Era una isla llena de selvas y estaba cubierta completamente de verde, salvo las playas. Eran de arena blanca. En la playa penetraban los olores de sal y alga marina. No había sonidos en la playa como los de la selva. En la selva, había muchos animales que hacían sus rituales diarios con mucho ruido, pero en la playa sólo se oía los pájaros cantando la canción de la isla y las olitas que se movían con la marea. El mar tenía agua azul que era muy clara. Cuando andaba por la playa, el viento pasaba por de la cara. De repente, se oyó el sonido de un avión en la distancia que parecía acercarse.
Era diciembre durante la mañana cuando llegó el único vuelo de la semana. Los pasajeros, unas 5 o 6 personas, desembarcaron a ver un pequeño aeropuerto rodeado por tierra vacía. Una pasajera, que se llamaba Sofía, paró unos minutos para sacar fotos del paisaje excepcional. Después se acercó al mostrador de información en busca de un guía. En este momento Sofía se fijó en la gente del vuelo que ya había conseguido a una guía. Entonces ella les preguntó si pudiera ir con ellos y ellos aceptaron.
La guía dirigió al grupo a un pueblito, en el único camino en la isla, ubicado a unos 25 minutos del aeropuerto donde buscaron el único hotel en la isla. No era un hotel, sino un hostal mugriento con más bichos y lagartijas que huespedes. El grupito fue al dueño del hostal para alquilar unas habitaciones por la duración de su viaje. Sofía miró alrededor de si misma y pensó en lo feliz que estaba ya que sus negocios allí serían tan breves.
Cuando recibieron las llaves, ellos guardaron su equipaje y decidieron pasar un tiempo solos antes de examinar el pueblo. Sofía no quería descansar, especialmente en su habitacion asquerosa, entonces fue al bar del hotel para empezar su búsqueda por la escuela y preguntar a alguien dónde estaba. Ella habia venido a la isla para ayudar con su sistema de educación, reconstruir la escuela, y mejorar sus técnicas de enseñar. Ella había ganado 100 millones de dólares en la lotería, se jubiló de su trabajo como maestra, y se comprometió a pasar su vida a ayudando a niños con sus logros académicos. Buscó esta isla por la red y aprendió que la escuela allá estaba en ruinas y los indígenas no podían renovarla sin ayuda.
Cuando estaba cerca del bar ella escuchó a alguien gritando sin razón, pero el cantinero era la única persona adentro salvo ella. No era una sorpresa que nadie estaba allá por qué todavía era tan temprano para emborracharse. Ella estaba confundida porque el cantinero era él que estaba gritando pero necesitaba hablar con alguien entonces entró. Ella había tomado una clase de psicología muchos años atrás en la universidad y se dio cuenta de que él mostró las características de una persona con esquizofrenia.
Cuando entró, inmediatamente un olor mojado se le pegó la nariz y ella vomitó un poco en la boca. También podía ver que había moho en las paredes y muchas tejas del techo había caído al suelo. Por fin el cantinero dejó de gritar y preguntó a la mujer,
“Buenos Días, ¿Cómo puedo ayudarle?”
“Hola Señor. ¿Puede decirme dónde está la escuela? Tengo asuntos allá.”
“Ah, ¿Necesita alguna nieve, eh?” él inquirió.
“¿Perdón?” dijo ella sin entendimiento y con frustración.
“Sí no tiene asuntos con drogas no debe ir allá. Creo que tenemos que charlar un poco…tengo información que necesita saber.”
El viaje agridulce
de Raquel, Jessica, Valleri, Brooke
Se escuchaba el trueno de las olas poderosas. Se olía el aceite de los camarones y el dulce sabor de los churros que cocinaban en el patio y se mezclaban con la sal traída por el viento del mar. Se oía la risa de las personas que jugaban en la playa. Las personas parecían hormigas subiendo las montañas de arena. Algunas hormigas subían las dunas hacia la cabaña. Con su acercamiento se parecían más a seres humanos. Este desfile de gente llegó a la cabaña donde los negocios empezaron.